Ella

 

Fotografía realizada por Urbex_Asturias




Ella, 
con esa sutileza que le caracterizaba bajaba rozando la yema de sus dedos sobre aquel pasa manos de madera. 
Aquellas escaleras que parecían estar echas para rodar una película de los años 70, esos peldaños que estaban colocados milimétricamente para poder ver sus piernas entre aquel vestido rojo tan bonito, que dejaba el espacio suficiente para poder imaginar como sería estar entre su cintura, besando cada centímetro de su obra de arte, ese mismo arte que empezaba por su frente, seguía por su nariz hasta que bajabas a esos labios, esos labios que besaban con tanta ternura y tanta pasión, y te hacían imaginar que lo que continuaba era pura pasión, esa pasión que transmitía recorrer cada lunar que tenia en el cuello y hacía que me olvidara del mundo, ese mismo mundo que imaginaba al recorrer los lunares de sus pechos, esas obras de arte que a ella tanto le gustaba que besara, ya sin tiempo a imaginar estaba acariciando su cintura, esa misma cintura que a mis manos le encantaba acariciar, y que hacía que pasara a sus piernas, yo empezaba por su pierna izquierda, esa misma que tenia una mancha con forma de fresa, justo la que es mi fruta preferida y que hacía que acabara besando esos peldaños de esa escalera, para así poder seguir besándole la pierna derecha y continuar besando ese arte hasta culminar en ese orgasmo que convertimos en poesía. 
A día de hoy, después de 4 años, mis manos no volvieron a tener esa sintonía, como la que tenia con su cintura.








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